Una receta centenaria que recorre el mundo
- Populus
- 4 ene 2021
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Lo primero en ver nada más llegar a Castilleja de la Cuesta es un pequeño homenaje que se le dedica a esta empresa que fue fundada en 1910 y que actualmente está en los supermercados de muchos países del mundo.
Inés Rosales es una empresa de tortas nacida en este pequeño municipio sevillano, aunque actualmente su empresa se encuentra en otro municipio cercano, Huévar del Aljarafe. Este negocio familiar comenzó vendiendo sus tortas artesanales en la calle Real, la principal de Castilleja de la Cuesta, y en otros puntos cercanos como La Pañoleta (Camas) y en la Estación de Autobuses de Plaza de Armas. Sus productos en un principio eran vendidos en cestas de mimbre junto a esta receta familiar, la cual se fue haciendo con una importancia mayor en el Aljarafe sevillano y en el centro de Sevilla.
Con la buena acogida de este producto, la empresa inicial se quedó pequeña respecto a las ventas que tenía en aquel entonces. Se pasó de hacer apenas 240 tortas con la mano de obra familiar, a 400.000 teniendo que contar con una amplia plantilla, preferiblemente con personas nacidas en Castilleja de la Cuesta o en el Aljarafe.
Pese a que actualmente la empresa se encuentra en Huévar del Aljarafe, aún persisten un par de establecimientos en Castilleja de la Cuesta, al igual que en la Plaza de San Francisco en Sevilla. Además, este emblemático producto aljarafeño, se vende en otros supermercados nacionales con los comercializa. En el pueblo sin embargo, tiene una pequeña competitividad sana con otra industria de tortas de aceite como es UPITA.
Una historia de una empresa sevillana, que logró sobrevivir a una bancarrota en 1985 y que actualmente lleva el nombre de Castilleja de la Cuesta alrededor del mundo.

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